Una Historia De Amor Diferente[(Yaoi)]

Antes de nada decir que Yaoi significa relacion Chico/Chico es decir, que es una relación homosexual. A quien no le guste esta temática que no comente con comentarios ofensivos ni nada parecido ya que tengo amigos gays y no me gusta que nadie se meta con ellos

La historia está acabada, tiene alrededor de 15 o 16 capítulos (ya no me acuerdo muy bien) La escribí hace un año y la acabo de retomar editándo y perfeccionando todo lo escrito.

Aqui iré poniendo los capítulos a medida que vaya actualizando
Desconcierto [1].


Una Historia de Amor Diferente
La rosa de Cristal

Desconcierto I
1/1


Inspira ,espira. Eso es lo que me digo siempre antes de entrar en el escenario.
Casi nunca estaba nervioso ya que el ensalllo y la preparación hacían que la coreografía estubiese perfectamente bordada a la hora de subir al escenario y como hacia playbag no tenía que preocuparme al cien por cien si tenía que afinar la voz los cinco minutos antes, minutos que en un conierto de voz en directo tendría que estar empleándolos en hacer derivados ejercicios de la voz.
Siempre hacia lo mismo guiñaba un ojo por aquí, lanzaba un beso por allá para al find e al cabo entretener y seducir a las mujeres y adolescentes que compraban la entrada solo para tener la oportunidad de verme cantar en directo.
Últimamente, a lo sumo un mes mas o menos, me sentía vacío... se puede decir que no me siento privado de nada, soy un chico sencillo pero de todos modos vivo con demasiado lujo.
Mi manager me aconsejó en su momento que para tener una imagen de superestrella adolescente debía de vivir en una casa de todo lujo con caprichos caros.
Desde hace menos de un mes vivo a mis dieciseis años solo, tiempo en el que justo empecé a sentir ese vacío en el pecho, en un ático de dos pisos que me consiguió Charlie, mi manager, en el centro de Londres.
En estos momentos me encontraba situado en uno de los laterales ocultos tras telones negros del escenario. La gente gritaba y emocionada daba alaridos de impaciencia, reuní el valor y salté al escenario siguiendo la música que segundos antes había comenzado a sonar.

Tras dos horas de duro trabajo bailando, saltando, cantando y enunciando el discurso que me había preparado conseguí llegar al camerino. Cuando me senté en el sofá sentí esa misma presión en mi pecho de soledad que solo mis amigos y Charlie son capaces de llenar. Charlie conoce toda mi vida, de pies a cabeza, ya que me gusta contarle mis problemas y al comentarle el vacío que sentía en el pecho el me contestó casi al instante que necesitaba una relación sentimental cuanto antes.
Charlie es homosexual, tal vez de ahi viene sus grandes dotes de escuchar y dar consejos. Cuando firmamos el contrato me contó toda su vida ya que me dijo que prefería que no hubiese secretos entre nosotros y sinceramente... le agradecí mucho que tubiese esa confianza en mi.
Había estado pensando y meditando tirado en el sofá del camerino alrededor de media hora, decidí que ya era tiempo suficiente para que las fans y demás periodistas hubiesen avandonado la zona. Me levanté mirándome en el espejo que estaba colgado en la pared del fondo y salí por la puerta. Dos guardaespaldas de cuerpos demasiado musculosos y dos metros de alto me guiaron a través de las instalaciones hasta la puerta trasera donde un mar de flases me cegó y un montón de chillidos corearon mi salida. Ambos guardaespaldas escoltaron mi llegada hasta la limusina negra, abrí la puerta y me introduje dentro de ella por fín a salvo del acoso de la vida pública.
Dentro de ella miré hacia el teléfono que hay colgado en reposabrazos y lo descuelgo llamando a mi madre. Se preocupaba demasiado y nunca deja de estar encima mío cuando tengo que hacer una presentación pública, hasta que no la llamo después ella no se va tranquila a dormir.

Cuando llegué a casa me fui directamente a dormir tras cambiarme y cepillarme los dientes en el baño, desde mi mudanza no había descansado demasiado y esa noche me ayudó bastante a tomar la energía que me faltaba para estar totalmente activo la mañana siguiente.
Me despertó la radio con el dial de la MTV con una de mis canciones. Salté de mi cama de matrimonio con sabanas negras y me fui al baño para darme una ducha de agua caliente y ya de paso utilizaría los chorros que salían de la columna de ducha para obtener un masaje a primera hora de la mañana. Salí de la ducha y me envolví el cuerpo en un albornoz blanco que no evitaba las tiritonas pero ayudaba a mantener un mínimo de calor corporal.
El pequeño trecho que había del baño al vestidor intenté averiguar que era lo que me pasaba con ese vacío incómodo y opresor de mi pecho. Me vestí con un jersey negro de cuello vuelto que se me pegaba al pecho medianamente musculoso y unos pantalones vaqueros claros con unas deportivas de piel también negras.
Salí del vestidor y dejé en el baño el albornoz recojiendo de paso la ropa sucia que había dejado la noche anterior, bajé las escaleras de caracol y a medio camino sonó el timbre. Fruncí el ceño confundido y dejé la ropa encima del ultimo escalón. LLegué hasta la puerta y suspiré abriendola.
Se trataba de Charlie, hacía mucho que no se pasaba a estas horas por casa, pero supuse no se por qué que iba a retomar la costumbre. Le gustaba evaluarme por las mañanas criticando la ropa que había escogido y si no le gustaba me tocaba cambiarme de nuevo
-Hola Charlie, ¿te parece que voy bien así al instituto?
El manager alzó una ceja y pasó dentro del apartamento pasando directamente a la cocina.
-Si vas bien, la limusina te espera abajo así que desayuna, lávate los dientes y coge la mochila.- Se centró en la nevera y la abrió inspeccionando en su interior hablando sin prestarme atención a mi.
-¿Por qué tienes tanta prisa hoy Charlie?
-Josh, si no te das prisa vas a llegar tarde al instituto y eso no es bueno para tu imagen.
En el fondo tenía razón , rodé los ojos y me di la vuelta subiendo las escaleras a la carrera. Me introduje en el baño y eché la pasata en el cepillo cepillándome los dientes con la mano derecha mientras que con la izquierda sacaba de los cajones el deshodorante y la colonia. Me enjuagué y sequé con una toalla. Terminé de prepararme en cinco minutos y estube de vuelta en la planta de abajo en cuestión de minutos.
-Josh no se para que tienes estas botellas de vino tan caras sino las bebes.
Charlie estaba con un par de botellas de vino que mis padres me regalaron con la intención de que las conservase hasta la fiesta de cumpleaños de mi mayoría de edad. Las tenía escondidas en un armario con las condiciones perfectas para que se mantubiesen y Charlie las había encontrado.
-Ya las beberé Charlie así que no pongas tus manos en mis botellas hasta que yo te lo diga.
Cogí la mochila que descansaba en el suelo al lado de la puerta principal y la abrí cogiendo la llave que estaba puesta por dentro.
-Adiós...
-Chao bello.
Cerré la puerta y con una sonrisa bajé corriendo las escaleras hasta llegar a la limusina.
-Lo siento Eric-le dije jadeando al chofer.
-Tranquilo Josh- Eric era bastante simpático y sus sonrisa permanente durante todas las mañanas me hacía el camino más cómodo hasta el instituto.
Llegamos al instituto en más o menos veinte minutos, gracias a la maestría de conducción de Eric y el poco tráfico conseguí no llegar tarde... al menos día llegaba medianamente pronto.
Al bajar de la limusina la gente que formába una masa de personas se giró para mirar en mi dirección, unos con una sonrisa, otros serios y la mayoría cuchicheando entre ellos. Empecé a andar entre ellos y me dirigí en concreto a dos de ellos, Crishtina y Mike.
Se trataban de mis mejores amigos, siempre me habían entendido y a veces manteníamos pequeñas reuniones en las que nos contábamos nuestros problemas y sacábamos soluciones los unos a los otros, como una terapia de grupo.
Los tres éramos el grupo mas popular, por decirlo de alguna manera.
Cristhina era la típica pija rubia, que en todas las estaciones del año lleva escote y va provocando, pero no es nada fácil de conquistar, dura por fuera pero blanda y una princesita por dentro..
Y Mike era ...totalmente opuesto a Cristhina. Era poquerillo. Ojos negros, siempre llevaba su collar de oro rizado, el sello en el dedo corazón, pelo en cresta de color negro y llevaba un pendiente de diamante en la oreja izquierda.
Yo era rubio con el pelo desordenado pero perfectamente planeado, ojos verdes, atractivo y no muy alto. Los tres éramos ligeramente morenos de piel.
Nuestra amistad estaba unida desde que teníamos 6 o 7 años más o menos y cada uno fuimos madurando de una manera pero juntos, separados pero siempre dependiendo los unos de los otros.
-Hola chicos
Llegué hasta ellos y le choqué la mano a Mike y un beso a Cris en la mejilla.
-Hola Josh, ¿qué tal el concierto ayer?
-Bien, gracias Mike-sonreí ante la pregunta y metí las manos en los bosillos adoptando una imagen más casual ante la cantidad de miradas fijas en mi nuca- aunque sigo sin comprender el vació que siento.
Cristhina se río y me cogío de un brazo pasando el suyo alrededor del mío, empezamos a entrar y ella seguía con la sonrisa en los labios.
-Josh vamos de compras esta tarde y te aseguro que el vació se esfuma.
Ella siempre era igual, Mike y yo nos miramos rodando los ojos y nos pusimos a reir los tres.

Los chicos se despidieron en uno de los pasillos con un "nos vemos en el recreo". Me dirigí a mi taquilla que estaba en uno de los pasillos más concurridos de instituto.
Al llegar me quedé medianamente sorprendido, la taquilla contigua a la mía siempre estaba vacía ya que el chico que la ocupaba normalmente se había ido hace un mes o así, pero ahora estaba abierta y había alguien con la cabeza dentro buscando algo.
Me acerqué para sacar mis libros, pero no me di cuenta hasta que estaba ya delante de ella que la puerta de la taquilla de al lado estaba taponando un poko la mía lo suficiente para que no llegase al candado de contraseña de la mía. Me aclaré la garganta para hacerme notar.
-Perdona ¿me dejas? Necesito sacar mis libros.
El chico en cuestión se dio la vuelta y algo en mi estómago se dio la vuelta. Era un chico atractivo, de piel morena, ojos del color de miel, el pelo castaño en cresta y su cuerpo estaba esculpido en músculo debido a las posibles horas pasadas en el gimnasio, sin llegar a ser esxesivo pero si notable.
-Perdón- se disculpó y me tendió una mano- soy Paul Abar- fruncí el ceño ya que ese apellido no me sonaba de nada y el chico se percató d emi gesto- soy francés.
-Ah... Hola- me costó concentrarme para contestarle, le estreche la mano y sentí el calor de su piel en contacto con la mía, su mano grande y suave recubrió la mía- soy...
-Se quien eres Josh Casale, soy un fan tuyo.
Lo único que se me ocurrió en ese instante fue sonreir manteniendo una cara rara ya que no entendía lo que me pasaba. Paul miró su reloj y después volvió su mirada a mi.
-Bueno encantado de conocerte Josh, me tengo que ir hasta otra.
Se alejó mirando atrás de vez en cuando y se perdió por una esquina, solo en ese momento me di cuenta o me hacía una idéa de lo que me había pasado.
¡No puede ser! No podía creerme que me sentía atraido por otro hombre, ¡yo! tenía detrás a multitud de mujeres dispuestas a pasar conmigo una simple aventura amorosa o una relación estable, es verdad que había oido casos como el mío... pero lo sentía tan lejano que no pensé que me tocaría a mi.

escribes muy bn
se me hizo muy rapido leerlo xDDD
me encanta Rose, y sigue
Yo estaré aqui para leer xDDDD